Tirarse a descansar
Amontonar palabras, gestos, risas
y caudales de lágrimas inútiles,
atar a nuestros labios una sonrisa,
y en los ojos un brillo que perdure.
Seguir, seguir la senda despaciosa,
cuidando no pisar hirientes cardos,
y una vez, que lleguemos, silenciosos,
tirarse a descansar de los agravios.
Autora:
Alicia Celada
pintura: El descanso del campesino
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